el secretario de la vice avisó que habían intentado dispararle, pero la custodia no reaccionó

Diego Bermúdez, el secretario de Cristina Kirchner que estuvo junto a ella el día que intentaron dispararle dos veces, reveló en su testimonio ante la Justicia que segundos después del ataque le advirtió a los custodios que la vicepresidenta estaba en peligro y que había que «sacarla». Pero pese al aviso, los agentes de la Policía Federal no activaron los protocoles de protección que incluían ponerla a resguardo y desalojarla del lugar.
«La veo a ella bien (por Cristina Kirchner) y empiezo a buscar el fierro en el piso y había muchos pies juntos y no lo puedo visualizar. Yo nunca vi el arma hasta ese momento. Vuelvo, me acerco a ella y a la custodia y le empiezo a decir a ellos que hay que sacarla y que manden gente», declaró Bermúdez ante el fiscal Carlos Rívolo y la jueza María Eugenia Capuchetti en un tono que refleja la tensión que se vivió en ese momento.
Tras esa advertencia nadie reacciónó. La vicepresidenta siguió caminando y firmando libros durante seis minutos hasta que ingresó a su domicilio. Ninguno de los agentes de la Policía Federal encargado de cuidarla intentó protegerla u ordenó evacuarla. Incluso a pesar de que detrás de la vice estaba uno de los autos que al trasladan, un Toyota Corolla blanco.
El testimonio de Bermúdez, un hombre de extrema confianza de la ex presidenta, quedó reflejado en el fallo con los procesamientos contra Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, acusados del intento de homicidio agravado contra Cristina.
El secretario le contó a la Justicia los detalles de esa jornada y cómo se dio cuenta que había un hombre con un arma. Según su relato, cuando la vice se baja del auto al llegara a su domicilio empieza a saludar a la militancia y se le cae un libro. «Ella se agacha, yo también y en ese momento veo que una mano pasa por delante de la cara y siendo como un ‘plic’, en ese momento diferencié que era el gatillo de un arma, yo sentí un ‘clac'». describió.
«En ese momento vuelvo a mirar y veo a la persona que hizo esto que está retirando algo, no me doy cuenta que es un arma, a él lo llego a ver de frente, tenía un barbijo puesto, cruzamos miradas, vuelvo a mirarla a ella, nunca me doy cuenta que era un arma, veo que está bien pero que empezó a haber mucho nerviosismo en la gente que estaba alrededor y me doy cuenta en la mirada del hombre y por sus gestos que hizo algo malo», agregó el secretario.
En el relato Bermúdez recordó que es ahí cuando escucha que una persona grita que Sabag Montiel «tiene un fierro en la mano» y que él queda frente a frente del acusado y lo palpa para saber si tenía un arma. «Yo lo que hago es palparlo en su cintura y no tenía nada, cuando lo agarro se le tiran varios militantes que estaban ahí y empieza a rumorearse que tenía un fierro».
Tras ese episodio, Bermúdez le avisa a los custodios que «hay que sacarla», pero nada sucede.
El testimonio del secretario es otro de los que expuso el rol de las fuerzas de seguridad dedicadas a proteger a la vicepresidenta. A cargo de la División Custodia Vicepresidencial está el comisario Diego Carbone, hombre de máxima confianza de Cristina y que no estaba la noche del atentado. Llegó luego de los hechos.
Esa fuerza depende del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que a pesar de los errores sostuvo que en el operativo de ese nacho «nada fallo».
Las imágenes de esa noche son un reflejo de que Bermúdez era uno de los pocos que había tomado dimensión del ataque. En la recorrida se lo ve nervioso e intentando apurar el paso.